El tiempo que dedicamos a las actividades exteriores, en libertad, está descendiendo dramáticamente en las últimas décadas. Una gran parte de culpa la tienen las nuevas tecnologías y el estilo de vida de las ciudades, que nos atrapan en mundos irreales y sociedades prefabricadas que nos roban el poco tiempo libre del que disponemos. Con ello, aumentan los estados de ansiedad y los episodios de depresión. No lo decimos nosotros sino que estas son las conclusiones a las que llega la comunidad de neurociencia. ¿Estás dispuesto a que tu calidad de vida se reduzca de forma drástica y verte envuelto en este espiral? En concreto, pasamos más del 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. Piensa en ello, toma conciencia de los lugares que frecuentas durante el día, verás que en la mayoría de los casos se cumple la regla. Nuestro cuerpo, en cambio, necesita de cierta actividad física y mucho mejor si se desarrolla al aire libre.
Como ya sabes, en Minicaravanas.com optamos por la libertad, creemos que es importante aprovechar los fines de semana o cualquier otro periodo vacacional, dar un salto atrás en el tiempo y vivir la naturaleza como debería hacerse: desde cerca y conectando con ella.
Nuestro cuerpo está pensado para moverse, para llevar una vida activa, este es uno de los fundamentos esenciales de la naturaleza humana. Y es algo extraordinario que no podemos pasar por alto. Permanecer en ciudades dificulta enormemente esta tarea y nos convierte en seres sedentarios. Cualquier ocasión que tengamos de salir con nuestra mini caravana, escapando del día a día, debería aprovecharse sin excepción.
Realizar actividades al aire libre tiene una serie de efectos positivos no sólo a nivel físico sino también psicológico. A continuación hablamos de las mejoras de las que se beneficiará nuestro cuerpo en este segundo sentido.
Modular la agresividad y mejorar la empatía
Nuestro cerebro necesita de cierta actividad física, es básico que esta se realice al aire libre y en la naturaleza. Sólo así nuestro cerebro recibirá los inputs adecuados para estabilizar nuestro estado de ánimo, modulando nuestra agresividad y aumentando la empatía con quienes nos rodean. Son muy notorios tanto el mal humor como la tensión en personas que llevan mucho tiempo en la ciudad sin salir de ella, sin estar en contacto con la naturaleza. La inyección de felicidad que aportan unos días en mini caravana, aunque sea un mero fin de semana, nos permite afrontar de nuevo los retos que se nos presentan en las ciudades. Llevamos millones de años viviendo en la naturaleza, al aire libre, y sólo unos pocos cientos de años haciéndolo en áreas urbanas. El organismo no está adaptado a ello ni deberíamos dejar que ocurra. No podemos olvidar los valores aprendidos durante toda la evolución del hombre. La exploración de lo desconocido está en nuestros genes, depende sólo de nosotros vivirlo con intensidad. Corremos el riesgo de aparcarlo para siempre y que quede como algo que gozaban nuestros antepasados.
Evitar estados de ansiedad y depresión
En las últimas décadas, en sociedades mal llamadas modernas, el número de personas con transtornos de ansiedad, depresión, sentimiento de tristeza, impulsividad o narcisismo ha ido en aumento drásticamente. Una vez más, se trata de una de las consecuencias directas de la nueva forma de vida que adoptamos.
No nos cansaremos de repetir que deberíamos pararnos a pensar en el mundo en el que queremos vivir y no dejarnos atrapar por la sociedad que han creado para que no salgamos de ella. Los fines de semana y las vacaciones fueron pensados para descansar, depende de nosotros que lo hagamos en el sofá de casa o que por el contrario salgamos a disfrutar de la naturaleza, el verdadero mundo. Una vez más, tu mini caravana será la excusa perfecta para que esto sea posible.