Los beneficios que conlleva tener una vida activa, incluso deportiva, son muchos. Destacamos, entre otros, una mejor calidad de vida, prevención de enfermedades, óptimo estado anímico, claridad de pensamiento, mayor longevidad... Y todo ello, en conjunto, contribuye a que vivamos felizmente con una mente y cuerpo sanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que sólo un tercio de los jóvenes en el mundo disfrutan de una actividad física suficiente que les permite notar los beneficios corporales y mentales de los que hablábamos. Los otros dos tercios, lamentablemente, están inmersos en un estado de sedentarismo perjudicial que no permite gozar de una calidad de vida suficiente.
Los que viven regularmente de forma activa, además, tienden a llevar un estilo de vida mucho más saludable que las personas que no lo hacen. La actividad física suele ir acompañada de una dieta más o menos equilibrada y moderada, unos hábitos de descanso regulares e incluso una vida social más sana. Y es que se rodean de gente con las mismas inquietudes que ellos.
En favor de aquellos que realizan actividad física, varios estudios demuestran que son personas más equilibradas, abiertas, cordiales, responsables y emocionalmente inteligentes. Las reglas de juego del deporte así como sus valores se reflejan en el día a día de un deportista. Una actitud que los acompaña durante toda la vida.
El sedentarismo, por el contrario, causa varios efectos negativos tanto en la salud física como en la psicológica. Uno de los más visibles es la obesidad pero son muchos otros los que le acompañan como son algunas enfermedades, depresión, inactividad para otras áreas de su vida, aumento desproporcionado del apetito... Las personas sedentarias suelen ser menos productivas, física y emocionalmente más débiles y propensas a entrar en círculos sociales también sedentarios.
Existen muchas “razones” (mejor denominadas excusas) por las que podemos vivir de forma inactiva: falta de tiempo, obligaciones laborales y familiares, cansancio, la edad... Pero todas ellas se esconden bajo el escudo de la pereza, la falta de motivación o el propio sedentarismo en el que ya estamos inmersos. La auto motivación puede jugar un papel muy importante. Pensar en las actividades que nos estamos perdiendo nos ayudará a levantarnos del sofá y disfrutar de lo que nos rodea, gozando de una vida llena de actividades y excitantes experiencias.
En este sentido, las personas que se lanzan a adquirir una de nuestras mini caravanas son las que viven de verdad, gente activa dispuesta a aprovechar cualquier momento para escaparse y practicar aquella actividad, afición o deporte que los hace felices, que los complementa como persona. No importa si es para un fin de semana o para varios días, una mini caravana está siempre dispuesta a acompañarte.
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