Una escapada con una de nuestras mini caravanas a la naturaleza nos permite vivir la majestuosidad del lugar de cerca, lejos de la vida urbana que nos han impuesto, y nos libera permitiendo sentir de nuevo esa conexión verdadera casi perdida. La naturaleza lleva a nuestra verdadera esencia. ¿Te lo vas a perder?
Al llegar a tu destino descubrirás como tus sentidos se recuperan y despiertan de nuevo. La vista sigue siendo importante pero el olfato, el tacto, el oído e incluso el gusto ganan terreno. Sentirás esa conexión a través del olor a tierra húmeda; el tacto de las hojas o la escorza de los árboles; los sonidos propios de la naturaleza como el canto de los pájaros o el romper de una pequeña rama; o el sabor de un pequeño fruto del bosque. Todos ellos regalos de la naturaleza que sólo espera a cambio que la trates como merece, con el mismo respeto que te trata ella a ti.
Pero es que además la naturaleza tiene muchas otras propiedades. Es capaz incluso de curar diversas dolencias físicas y psicológicas. Entre ellas destacamos el sobrepeso, el estrés, los estados depresivos, enfermedades cardiovasculares, alergias e incluso mejorar y recuperarse mejor de procesos cancerígenos.
Las mini caravanas Caretta son la excusa perfecta para que puedas escaparte cada fin de semana, puentes, vacaciones... allí donde quieras sin necesidad de planificar previamente. Sólo tienes que enganchar tu pequeño remolque al coche y salir a descubrir mundo, perderte en cualquier rincón de la naturaleza que este precioso planeta nos regala.
La naturaleza nos brinda la oportunidad de conectarnos no sólo con la tierra sino también con nosotros mismos, un hecho que en ocasiones cuesta al vivir en urbes masificadas, sociedades hiperdesarrolladas con exceso de tecnología. En resumen, una conexión imposible de establecer en entornos poco favorables para ello. Esta conexión debería ser un derecho fundamental desde el momento en el que nacemos.
Un entorno natural es incluso capaz de transmitirnos los valores más esenciales de la vida como pueden ser el respeto, la humildad, la aceptación, la belleza, la singularidad... Sólo es necesario aprender a leer lo que nos envuelve para entender nuestra existencia en el sentido más amplio.
Para gozar del reencuentro con la naturaleza no es preciso practicar deportes de riesgo ni adentrarse en la jungla. Lo único que necesitas es acercarte a un entorno natural y disfrutar de las pequeñas cosas que te regala. Caminar descalzo sobre un verde prado y sentir la hierva fresca en tus pies; sentarte debajo de un árbol a disfrutar de la sombra que proporciona; admirar los paisajes y mirar lejos, muy lejos... un placer muy difícil de obtener en las ciudades; escuchar los sonidos que te rodean o simplemente el silencio; y hacer cualquier otra actividad con las personas que más quieres, ya sean familiares o amigos.
No esperes más, escápate con tu mini caravana y reencuéntrate en la naturaleza. ¿Hasta cuándo vas a esperar?