El espacio en el que juegan los niños es básico en su desarrollo e influye de forma notoria en su comportamiento. Los lugares abiertos y poco concurridos tendrán una influencia positiva en los más pequeños de la casa. Por el contrario, lugares pequeños, cerrados y abarrotados afectarán negativamente en el comportamiento y desarrollo de los niños.
En este sentido, no existe mejor lugar para disfrutar del tiempo libre que la naturaleza. Nuestras minicaravanas Caretta harán posibles estas escapadas, ya sean de fin de semana o en periodos vacacionales más largos.
Las reglas del juego en la naturaleza son distintas a las de otros juegos en lugares cerrados. Los espacios al aire libre no cuentan con objetos ni juguetes de ningún tipo. Lo maravilloso de los primeros es que el único estímulo son los propios elementos naturales. Las formas de juego, las relaciones que establecen unos niños con otros y el crecimiento personal del menor cambian a mejor, con beneficios positivos a corto y largo plazo, estableciendo unos valores vitales mucho más nítidos. El mero hecho de mencionar los espacios abiertos, la naturaleza o la tranquilidad que se vive en ella ya debería despertarnos respeto y admiración. Hablamos de enormes patios de juego naturales al aire libre.
Con enorme respeto a la cultura y a la lectura, constatamos que aprender directamente de la naturaleza es mucho más interesante que pretender llegar al mismo conocimiento a través de un libro. Un libro debería sentar las bases del conocimiento para luego implementarlo con la realidad. Es una forma de naturalizar la educación que cada vez se extiende más en los sistemas educativos. Enganchar tu minicaravana y salir a gozar de la naturaleza que te rodea es una de las mejores maneras que existen de disfrutar con los niños.
Pero, ¿qué cambios se producen en el niño durante el juego al aire libre y en la naturaleza? A continuación os hablamos de ellos:
1. SIN DISTINCIONES POR RAZÓN DE SEXO. Aunque parezca mentira, todavía hoy existen diferencias entre las formas de juego de niños y niñas en espacios cerrados. Los juguetes y otros materiales empleados a este fin siguen siendo distintos en función del sexo del niño. Aunque no podemos generalizar, un claro ejemplo son las muñecas para niñas y los coches para niños. Esto no ocurre en la naturaleza, donde los juegos motrices (correr, saltar, nadar...) son iguales tanto para unos como para otras. Un palo, una piedra o una rama son, por decirlo de alguna manera, juguetes unisex ;-) Esto además potencia los juegos comunes entre niños de ambos sexos, mejorando a su vez la interacción.
2. HAY MENOS PELEAS. Una vez llegamos a destino con nuestra pequeña teardrop Caretta, desaparecen los conflictos entre niños. En la naturaleza no existen las pertenencias, los niños aprenden a disfrutar de todo sin necesidad de poseer nada. ¿No es maravilloso? Lejos quedarán los conflictos del “esto es mío”, “lo tenía yo primero”, etc. El respeto se impone sin necesidad de intervenir. La naturaleza hace el trabajo por sí sola, propiciando ambientes más relajados y tranquilos que favorecen a los más pequeños.
3. ADIÓS AL ESTRÉS. Así de simple. Huir de las cuatro paredes y un techo es lo mejor que puedes hacer con los niños. El agobio y consecuente estrés desaparecen al instante.
4. LA NATURALEZA PROPICIA EL TRABAJO EN EQUIPO. Es muy curioso observar como los niños se organizan rápidamente para trabajar conjuntamente colaborando los unos con los otros para un mismo fin, sin necesidad de mediar con ellos. Construir una cabaña, desviar el curso de un riachuelo o cualquier otra actividad es mucho más fácil en colaboración los unos con los otros. Mover un tronco de grandes dimensiones o levantar una piedra pesada sólo se puede hacer con la ayuda de los demás. Y todo de forma espontánea.
5. MEJORA LA AUTOESTIMA A LA VEZ QUE PONE TECHO A NUESTRAS CAPACIDADES. La naturaleza nos ofrece muchas posibilidades de crecimiento. Los niños podrán poner en práctica sus habilidades y verán hasta dónde pueden llegar. Es una magnífica forma de conocer sus posibilidades, valorar los riesgos y establecer sus límites. ¿Podrán cazar insectos? ¿Serán capaces de transportar un tronco? ¿Y subir a un árbol? Podrán probar y descubrir el éxito y el fracaso.
6 MEJORA LA IMAGINACIÓN. Cada salida en minicaravana será una nueva oportunidad para fomentar la imaginación de los más pequeños. Lejos de materiales artificiales y objetos creados para el juego, los niños se verán obligados a utilizar la imaginación para crear sus propios juegos y divertirse a partir de sí mismos. Puede que tengan algún momento poco creativo al principio pero rápidamente se pondrán a trabajar para crear un entorno propicio para el juego. Las posibilidades son tan infinitas como su imaginación.
7. LOS NIÑOS SON MÁS FELICES. Esta es el principal motivo por el que vale la pena adquirir tu minicaravana. Tendrás las herramientas necesarias para salir de casa cuando te apetezca. Tus hijos tendrán la oportunidad de correr, saltar, esconderse, trepar, coger flores, etc. Y los verás felices, riendo y jugando por doquier, lejos del estrés y la necesidad de poseer cosas materiales. Merece la pena salir a menudo y gozar de la naturaleza.
Este próximo finde, ¿vas a quedarte en casa?
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